Mimos, ternura y feminismo

Erika Irusta es pedagoga menstrual española. Su escritura y trabajo sobre el ciclo menstrual es un poderoso recurso de acompañamiento y autoconocimiento para todas. En su sitio web El camino rubí, puedes leer su propuesta completa; encontrarás artículos, videos e incluso cursos virtuales. 

En esta ocasión, recuperamos su artículo «Si no hay mimos, no es mi revolución», como invitación a la ternura en el feminismo, hacia nosotras y con el mundo. Al final, encuentras el enlace completo. 

«Cada vez que me avergüenzo de ser una suavona, me estoy faltando el respeto. Nunca he sido cursi -a mí no me lo parezco- pero si así fuera para alguien, no debiera de haber mayor problema. No puedo ser lo que cada desconocida quiere que sea. Sólo puedo ser yo (esto me lo voy a tatuar en la frente). Y esta “yo” sin lxs demás, sin el mimo y los cariñines (sí, cariñines) es una idiota que va de autosuficiente por la vida y se le olvida respirar. Y cuando deja de respirar, sufro, porque muero. Para mí, para la mi mí- que es alguien más que la tipa ésta que escribe un blog sobre ciclo menstrual y feminismo- la vida es extraordinaria y mágica. Llena hasta los topes de posibilidades para la ternura (tendresa se dice en catalán y es una de mis palabras favoritas). Sí, en cada esquina hay una nueva posibilidad para crear un momento, un espacio dulce y cálido ¿Por qué he de dejarlo correr? ¿Por qué lo tengo que deshilachar con teorías que me impiden derramarme en mi cuerpo? Si aprieto bien mis pensamientos, si los condenso en uno sólo, no me queda otra cosa que el cuerpo que ama. Sólo eso. Cuerpo y amor. Amor como mimo. Como derramamiento, como apertura confiada a lo que no soy yo, como ligereza. Amor como cuerpo. Y sí, tengo argumentos en contra de éste pero no me permiten habitar esta vida con un cuerpo vivo, falible, vulnerable y desbordado. Así que ya no les atiendo más. Si la teoría no me permite vivir ¿Para qué la quiero? Para trascender el pensamiento, sí ¿Y qué hay del movimiento? ¿De lo que no se calcula ni pronostica?

Ficciones más tiernas.

Espacios donde quepamos, donde podamos expandirnos, donde gocemos desde la diversidad. Para este bitxin, el gozo es ese espacio donde una puede ponerse panza arriba y dejarse acariciar y mostrarse vulnerable y hacerse cuerpo suave y blandito. Lugares donde las palabras sirvan de bálsamo y no sólo de espada. Y sí, sé que necesitamos las palabras- espada pero también y con urgencia las palabras que curan, que sacan sonrisas, que nos devuelven al pecho calentito, a los besos en la frente, a las miradas cómplices. Quizás yo prefiera habitarme y crear desde aquí. Quizás este lugar en la esquina de la revolución, sea el sitio que puedo habitar y expandir. Ni que sea 12 días al ciclo. Pero lo reclamo, lo reivindico y lo traigo al feminismo, lo preño de él y a éste del primero. Si no hay mimos, si no hay derramamiento de caricias, palabras tiernas y abrazos infinitos, no es mi revolución.»

🌐Link artículo: https://www.elcaminorubi.com/el-blog/si-no-hay-mimos-es-mi-revolucion/

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