Hacemos parte de una generación en la que proliferan los círculos de mujeres en todos los rincones. A mediados de los sesenta, surgen los grupos de autoconciencia feminista como espacios pedagógicos de encuentro entre mujeres; allí la consigna “lo personal es político” estaba en el centro de la agenda. La intimidad, la sexualidad, los sueños, el amor, la vida cotidiana se narraban en estos grupos que florecían para sostener los malestares más profundos de las mujeres de aquel tiempo. El reconocimiento de la otra como una hermana fue un cambio de paradigma espiritual y político. Entonces, los grupos de amigas pasaron a encontrarse alrededor de lo que Jean Shinoda Bolen llama “un centro sagrado”. Así vamos, de círculo en círculo, transformando el mundo.
PUENTERAS se inspira en el feminismo espiritual. Nos sentamos en círculo y activamos las infinitas vías del autoconocimiento, pues somos conscientes del poder revolucionario de cada fuego encendido. En la tallereada circulamos saberes, poderes y dones al servicio de las inquietudes personales y colectivas, así asistimos al despertar de los movimientos internos y sutiles. Salimos de cada taller con herramientas, comprensiones integradas y visiones reveladas. Aunque se trata de un espacio grupal cada una lleva su propio ritmo.
Abrirse hacia adentro puede resultar en un principio tenebroso y quizás algunas se acerquen escépticas. Claro, hemos sido socializadas en una cultura de la entrega hacia el otro, olvidando el auto-cuido y amor interior. Pero todo se puede desaprender. Creemos en prácticas vitales que nos acerquen a la alegría, el placer y el goce, sentimos que merecemos una vida expansiva, un brillito en los ojos.
Cada taller y curso se nutre de herramientas que la facilitadora ha diseñado o elegido con la intención de guiar y acompañar el propósito de un modo fluido, creativo y cotidiano. Contamos con dos modalidades: presencial y virtual. En el taller presencial estamos en el acuerpamiento físico y emocional, pero creemos que las distancias geográficas no son un obstáculo para desarrollar este trabajo. En el aula virtual desmitificamos las fronteras y nos encontramos una vez por semana durante 2 horas. Ofrecemos distintos opciones de horario para esta cita, según el número de participantes, tenemos también un grupo de whatsapp para acompañar el proceso y actividades que cada una desarrolla en sus tiempos libres.
El taller online, por otra parte, puede ser permanente y dar respuesta a tus necesidades singulares. Si tus tiempos no coinciden y quieres tener la experiencia, esta es una opción abierta para ti.
Finalmente, si decides inscribirte y estás en Colombia, puedes realizar el pago del taller/curso a través de una consignación o transferencia al número de cuenta que te damos. Una vez realizado este paso, envías una foto o imagen escaneada del comprobante al correo [email protected] Si estás fuera de Colombia, realizas tu pago a través de Paypal, te enseñaremos el procedimiento si lo requieres.
Con perspectiva feminista y de género para proyectos, investigaciones, acompañamiento psicosocial, diseño de materiales pedagógicos en temas vinculados a las áreas de autoconocimiento, educación emocional, sexualidades, géneros y violencias.
Diseñamos conversaciones que nos acercan al conocimiento social y afectivo. Sentimos que debemos superar el mito de la investigadora en una biblioteca y del confinamiento de sus investigaciones en anaqueles o revistas científicas circulando en un pequeño grupo. Aprendemos a conversar sobre educación emocional y sexual, asuntos del corazón y del cuerpo, y de lo político en distintos lenguajes. Tenemos, entonces, charlas para dummies, expertxs, colectivas y organizaciones, adolescentes e incluso para nuestras abuelas.
Este es un blog colaborativo que busca crear escrituras y referentes de mujeres. ¿Por qué la escritura? Marcela Lagarde, antropóloga y feminista mexicana, nos recuerda que en la historia moderna hemos conocido a las mujeres brillantes a través de lo que escribieron, experimentaron, compusieron y pintaron. Estamos en el siglo XXI, queremos dejar registro de nuestros pensares, sensibilidades, miradas interiores y del mundo. Queremos tener cánones propios, colectivizarlos, compartirlos.
En “Solterona. La construcción de una vida propia”, Kate Bolick retoma la palabra “despertadoras” que aprendió leyendo a Edith Wharton. Se trata de mujeres, con el poder de despertar novedades interiores, con ellas hablamos mientras escribimos, pensamos y soñamos. Queremos compartir despertadoras que nos abracen, consuelen y sacudan. Las despertadoras no tienen que ser famosísimas. Queremos reconocer a las mujeres de nuestra vida: ¿Por qué mi abuela o amiga no puede ser también mi referente feminista y si tiene que serlo –por ejemplo- Virginia Woolf? Aquí encontrarás citas, música, pelis y series, escrituras (literatura: cuento, poesía, novela, creación libre), ilustración y fotografía.